UN AÑO DE AQUELLA JORNADA HISTÓRICA. El Vía Crucis Diocesano
Fotos de Moreno Fraile y José A. Rodríguez
Se cumple un año de aquel histórico 7 de julio de 2018, en el que nuestra Hermandad estuvo presente por las calles de Cádiz, con su paso de misterio, participando en el Vía Crucis Diocesano. Reproducimos a continuación todo cuanto escribimos como crónica de la jornada:
Cádiz se presentaba con un aspecto esplendoroso en una perfecta jornada de verano, con el calor justo y sin viento alguno. Un día soleado que iluminaba la ciudad de una forma especial y que hacía que brillase de forma extraordinaria el aniversario que los gaditanos se disponían a celebrar: los 750 años del traslado de la Sede Episcopal de Medina Sidonia a Cádiz y los 600 años de la creación de la Diócesis de Ceuta.
La mañana se vivió con un gran ambiente, con las visitas a los templos para contemplar de cerca los pasos que unas horas más tardes llenarían de fervor las calles de Cádiz.
En los itinerarios de ida ya se palpaba la expectación. La primera en salir fue la Hermandad del Prendimiento, a las 17:30 horas. Las dos de San Fernando lo hacían en torno a las 7 de la tarde. Todo discurrió con normalidad y sin incidentes, tan sólo algunos retrasos que se fueron acumulando, principalmente por la dificultad que encontraron algunos misterios al pasar por la estrecha calle de Santiago.
El acto en sí se desarrolló con toda solemnidad, en el altar montado en la plaza de la Catedral que se encontraba abarrotada de fieles.
La noche fue aún mejor que la tarde. La ausencia de viento hizo que los cortejos pudieran lucir con toda la cera encendida, encontrándose las calles llenas de gaditanos y visitantes, que acompañaron a las distintas hermandades hasta sus templos.
Nuestra Hermandad. Jornada histórica llena de emociones
Las manillas del reloj pasaron de las 6 y media de la tarde y en el interior de Santa Cruz se respiraba cierto ambiente de euforia contenida. La Hermandad de la Oración en el Huerto formaba ya su cortejo. Rostros toreros en los cargadores con aires de preocupación. Se acercaba la hora.
A las 19:15 horas, nuestra Hermandad salía a las calles de Cádiz. A esa hora se agolpaban en el exterior numeroso público. El cortejo fue saliendo mientras el paso de misterio, iluminado por el sol que se colaba por los ventanales y se fundía con el incienso, discurría por el interior del templo a los sones de Virgen del Valle. Fue ya el primer momento emotivo de la jornada.
Fotos de Eni Barrera y Moreno Fraile
Cuando el paso cruzó el cancel y tras la marcha Real, sonaba Amarguras. La plaza quedó en silencio mientras los cargadores avanzaban lentamente en una solemnísima chicotá con la que se bajó la plaza.
Poco a poco el cortejo fue avanzando por el histórico barrio del Pópulo por calles como Jesús de Medinaceli, Plaza Fray Félix, Obispo José María Rancés, Plaza San Martín, Posadilla, San Antonio Abad, Fabio Rufino y Pomponio Mela. Precioso escenario que ayudó a sacarle todo el jugo estético al paso de misterio. Inmejorable dosel para un paso ante la fachada de la casa del Almirante. La banda de música fue tocando en todo momento mientras se avanzaba entre un numerosísimo público de buen paladar que se dio cita en este barrio intuyendo escenas de gran belleza. Fueron imágenes para no olvidar.
Foto de Eni Barrera
Se continuaba por Sopranis en busca del convento de los Padres Dominicos en el que los Titulares se postraron ante la puerta principal de Santo Domingo, mientras una representación de la Hermandad hacía una ofrenda a la patrona de Cádiz, la Santísima Virgen del Rosario.
A continuación se enfilaba las calles Plocia, Callejón de los Negros y Lázaro Dou para cruzar la Plaza San Juan de Dios y acceder a la avenida 4 de Diciembre de 1977, calle Cristóbal Colón y entrar en el itinerario oficial por calle Nueva. Sonaron marchas que no suenan el Lunes Santo por su corte popular. Insólito la cuadrilla a los sones de Pasan los Campanilleros que sonó en su versión más clásica, sin cascabeles ni palillería.
Ya en el recorrido oficial se discurrió sin acompañamiento musical por Plaza San Juan de Dios, Pelota y Plaza de la Catedral, donde el paso de misterio quedó arriado ante el Lignum Crucis que presidía un bello altar. A este punto se llegó con cierto retraso. Nuestro Director Espiritual, el Padre Rafael Pinto Vega, que todo el itinerario lo realizó de preste tras el paso, fue el encargado de dar lectura a la novena estación.
Fotos de Pedro Muriel
El último tramo se hacía por Arquitecto Acero, Campo del Sur, Stmo Cristo del Perdón y Jesús de Medinaceli. En Campo del Sur aguardaba el gentío la vuelta de la música al paso. En las últimas calles seguían las marchas clásicas y la elegancia de la cuadrilla, llegándose así a las puertas de Santa Cruz. Eran las 00:30 horas, con 15 minutos de retraso a pesar de que el Vía Crucis llegó acumular un retraso casi de una hora, cuando el misterio cruzaba el cancel con la marcha Real en una plaza llena de un público que presenciaba la escena en silencio.
Ya en el interior del templo, el paso de misterio recorría la nave central camino del torreón a los sones de Cristo en la Alcazaba. Fue, sin duda, el último momento emotivo de la jornada.
Fotos de Moreno Fraile
El Vía Crucis Diocesano
El itinerario oficial del Vía Crucis fue calle Nueva, Plaza de San Juan de Dios, Pelota y Plaza de San Martín (Catedral). Las hermandades fueron recorriendo este itinerario entrando por la calle Nueva y finalizando en la Catedral. Destacar las intervenciones de las corales Ensemble Stella Maris, en calle Nueva; Grupo de Cámara de San Pablo, en calle Pelota y la Coral Universitaria, en la Catedral.
El rezo de las distintas estaciones se realizó ante el Lignum Crucis --Titular de la Catedral-- que figuró en un altar delante de la Catedral, presidido por el Sr. Obispo, D. Rafael Zornoza. Ante este altar fueron pasando las distintas hermandades para luego cada una de ellas emprendían el camino de vuelta a su sede asignada.