La comunión espiritual o comunión de deseo está indicada para cuando no se puede recibir a Jesús en la Eucaristía Sacramental, como en estos momentos especiales en los que no podemos abandonar nuestros domicilios a causa del coronavirus.

Consiste en orar con fe y con amor, expresando el deseo de recibir a Nuestro Señor Jesucristo en el Sacramento de la Eucaristía y pidiendo recibirlo espiritualmente. 

Y se realiza con cuatro sencillos pasos. Son los siguientes:

1. Nos ponemos ante la presencia del Señor para hacer un acto de fe: 

Creo profundamente Señor que estas presente en el Santísimo Sacramento del altar en el pan y el vino consagrado.

2. Hacemos un acto de deseo:

Quisiera Señor recibirte en este momento y poder recibir la sagrada comunión.

3. Hacemos un acto de contrición:

Le pedimos perdón al Señor por nuestros pecados. Si tenemos conciencia de estar en pecado grave, le prometemos al Señor la confesión sacramental en cuanto sea posible y propósito de enmienda. 

4. Hacemos una oración pidiendo al Señor esa comunión espiritual: 

Podemos usar una de las que están compuesta por algún santo o sencillamente la que nos brote del corazón.

Como ejemplo ofrecemos la siguiente:

Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Quédate conmigo y no permitas que me separe de ti. Amén.