UN LUNES SANTO DISTINTO, PERO JUNTO A LOS TITULARES
Y pasó otro Lunes Santo. Muy distinto, pero al menos, a diferencia con el pasado año, se pudo vivir en hermandad junto a los Titulares. Todo parecía igual. Y volvió a producirse el reencuentro anual con aquellos hermanos que vuelven a nuestra ciudad por este día y a los que nos gustaría ver para siempre entre nosotros.
Las circunstancias actuales motivada por la pandemia COVID 19 hacía que no hubiese cofradía en las calles, pero sí en este año, los templos estaban abiertos para la celebración de los cultos y la visita de devotos y cofrades que buscaban el calor de los cristos y vírgenes de su Semana Santa. Dos años tuvimos que esperar para volver a encontrarnos con las devociones de la ciudad por Semana Santa y eso se notaba. Muchos fueron los devotos y cofrades que aguardaban en largas colas a las puertas de los templos.
La mañana comenzó temprano. A las 9:30 con la apertura del templo. A las 11:30 se celebraba la tradicional misa de hermanos con un gran ambiente. Y en la que se impuso la medalla a los nuevos hermanos.
Los Titulares lucían de una forma muy especial junto al resto del misterio y con sus atuendos bordados. Todo el conjunto quedaba enmarcado ante su retablo a modo de baldaquino. Se pudo contemplar la belleza de las imágenes a la altura de los ojos de sus devotos. Unas sensaciones distintas. No estaba el paso de misterio, pero la experiencia visual fue única. Nunca se vio el misterio así y quiera Dios que nunca más se vuelva a ver.
A las 6 de la tarde comenzaba el Vía Crucis como acto que sustituía a la salida penitencial. A continuación, el rezo de las cinco llagas al Señor de los Afligidos. Y los isleños continuaban visitando la capilla para contemplar el misterio de los Estudiantes.
A las 9 de la noche, con la oración a los Titulares se clausuraba una bonita jornada, llena de sensaciones distintas, pero con el deseo de volver al Lunes Santo de siempre.